Mesa de comedor en una sala de estar moderna con una ventana grande

Limpiar las ventanas sin esfuerzo y sin dejar rastros

Unos sencillos consejos para que tus ventanas queden resplandecientes

El limpiacristales Alcohol te permite limpiar las ventanas en cualquier época del año sin dejar rastros.

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Con el lavavajillas Vinagre de Frambuesa eliminarás sin esfuerzo la suciedad de los marcos de las ventanas y de las persianas.

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Limpiar las ventanas es una de las tareas domésticas más ingratas. Por lo general, requiere mucho tiempo y esfuerzo. Sin embargo, si se usa el producto adecuado y se siguen unos valiosos consejos, se tarda menos en limpiar que en decir «sin rastros».

¿Qué necesito para limpiar las ventanas sin dejar rastros?


  • Un cubo con agua
  • Un paño que no deje pelusas
  • Una esponja blanda y absorbente
  • Una rasqueta limpiacristales
  • Trapos de cocina viejos
  • Un producto desengrasante potente
  • Limpiacristales con alcohol

¿Con qué frecuencia debo limpiar las ventanas?

Deberías mimar tus ventanas con una limpieza dos o tres veces al año. No olvides el marco y las juntas, porque en esos puntos se suele acumular suciedad persistente que, con el paso de los años, provoca decoloraciones. Una vez al año deberías limpiar las persianas y contraventanas. Con agua caliente y una esponja suave se puede eliminar sin esfuerzo la suciedad menos incrustada. Para la suciedad persistente, puedes usar un limpiador suave como el lavavajillas concentrado Vinagre de Frambuesa.

¿Qué época del año es la mejor para limpiar las ventanas?

En principio, puedes limpiar las ventanas en cualquier momento del año. La verdadera cuestión es en qué momento del año merece más la pena.
En primavera, el polen se acumula en las ventanas. Como la carga de polen alcanza el máximo nivel entre marzo y mayo, es recomendable esperar unos meses y limpiar las ventanas a comienzos de junio. Una sugerencia valiosa para limpiar las ventanas durante el verano: usa agua fría y el limpiacristales Alcohol de Frosch. El agua fría impide una evaporación rápida en los días más cálidos, que dejaría rastros.
En invierno, emplea agua caliente y el limpiacristales Alcohol, además de una rasqueta limpiacristales de goma dura para retirar el agua. El agua caliente y el alcohol evitan la congelación durante la limpieza y te permiten conseguir ventanas relucientes incluso en la época más fría del año.

¿Cómo limpio las ventanas sin que queden rastros?

De fuera hacia dentro

Para que la suciedad de los marcos no vuelva a acumularse en los rincones durante la limpieza, debes limpiarlos primero. Para ello, usa una esponja húmeda y una dosis extra del lavavajillas concentrado Vinagre de Frambuesa. De este modo, eliminas la suciedad del exterior y del interior a fondo y sin esfuerzo.

Un pulverizador limpiacristales de Frosch junto a un paño

Es el turno del cristal

Una vez limpios los marcos, te puedes dedicar a los cristales. Si tienen mucho polvo o polen, es recomendable quitar primero el grueso de la suciedad con un cepillo suave. Para limpiar los cristales, recomendamos mezclar agua y una dosis de un producto lavavajillas con un agradable perfume, además de la botella pulverizadora del limpiacristales Alcohol. Así eliminarás incluso la suciedad más persistente de tus cristales.

El acabado brillante

Los cristales limpios y húmedos se secan a la perfección con una rasqueta limpiacristales limpia y seca. Para ello, limpia los cristales desde la esquina superior izquierda, en líneas ondulantes hasta la esquina inferior derecha. Si los cristales son pequeños o las ventanas tienen traviesas, ve limpiando banda a banda. Retira el exceso de agua de los marcos y las juntas de goma con un paño de cocina.

El cristal de una ventana siendo limpiado con un paño

Si queda algún punto «ciego» en el cristal, puedes repasarlo con un paño seco y sin pelusas. Lo mejor es usar camisetas o camisas de algodón ya desechadas para dar el toque final a las ventanas. Así, darás una nueva vida a las prendas de vestir que ya no vayas a llevar.